huracán

" No sabría describir con precisión lo que acaba de ocurrirme, porque es todo un cúmulo de sensaciones y pensamientos apelotonados, pero sobre todo, de latidos del corazón que impulsan esta letra vomitada a trompicones.
El andén está lleno de gente, busco sin piedad un lugar para sentar mi cuerpo, abatido en este día largo y gris. Me siento en el primer banco, casi pisando la chaqueta del vagabundo que hay a mi lado, mientras pienso en este día semejante al resto de los días de hace tiempo, en los que camino a rastras, en los que sigo a ciegas mi rumbo de rutina, como un león nervioso en una jaula de zoológico, como un perro perdido que acaba encontrando su casa. Y descubro, a medida que el tren avanza, que mi cuerpo quiere redimirse, que mi yo quiere ser fuerte, que el tiempo ha construido muros que quiero destrozar.
Y decido...por una vez en mucho tiempo, que cuando se abran las puertas de este tren, de esta estación, de este día imaginario, voy a hacerlo. Se agrietarán y entonces seré ese yo nublado que hace tiempo dejé al margen del hilo engurruñado de mi vida, ese yo nublado tan pequeño, tan tierno y tan ingenuo, abierto a conocer con ilusión las cajitas chinas del futuro, los laberintos del suplemento del periódico de mañana. Ese corazón que amaba como aman los perros fieles, incondicial y ciégamente.

Alguien me mira y sigue mis pasos, es una mirada dulce. Ya estoy dentro, y es que me mira y no deja de observarme, pero me gusta.
Porque ahora me gusto.
Acaricia cada poro de mi alma que de pronto avanza empedernido y frenético. Y me siento frente a tí, como torpe y deslumbrada con mi yo nuevo, aún sin ver nada. Pero abro los ojos y solo puedo ver: Harukki Murakami...Sputnik, mi amor..
mi cuerpo tirita.¡Esa mirada lee el mismo libro que llevo yo conmigo! Y el corazón me tiembla, pero no me atrevo a mirarle a la cara..¿cómo será este extraño?
Sin dudarlo un segundo abro mi libro, como casualmente, como si desinteresadamente mi libro divisara a su libro, su mirada contemplase mi cuerpo, y todo fluyera en un huracán efímero. Tú me ves la cara pero yo ni siquiera percibo la tuya. Mejor así, me gusta tu energía y sobrevuelo este límite enmascarado.

De pronto despierto, ¡¡es mi parada!! me sonrojo y huyo despavorida, como vergonzosa pero llena de vida. Y me río internamente como si me hiciera cosquillas la costra que esta a punto de desprenderse.

Camino por la vía abarrotada de gente. ¡Ojalá me siguieras! ¿Se habrá bajado?. Miro atrás, pero hay tal multitud que no distingo nada. Mantengo la esperanza..

Nada.
Decido esperarte, te esperaré aquí sentada hasta que vuelvas, ¡esto no ha podido acabar de esta manera! Sé que esto que ha pasado no ha ocurrido unicamente en mi cerebro, sé que tu te has dado cuenta de esta aglomeración sensitiva.

Bájate en la siguiente estación y regresa de vuelta, mi señal es esta, ¿no la sientes?

Asique mientras te espero, porque sé con certeza que a semejante emoción no se le puede correr un tupido velo....escribo.
vuelve

vuelve
vuelve por favor...

¡Elisa estás completamente loca! no puedo parar de reírme de esta paranoia tonta. Me dispongo a marchar resignada..pero justo alguien que camina se para en frente de mí, es un chico joven ¿Serás tú? no recuerdo tus zapatillas, ni tus pantalones, ni tu mochila, ni nada...solo recuerdo tu libro..¿por qué demonios no lo llevarás en la mano?

Pero te vas por la linea cuatro, dejándome intrigada, sola y estúpidamente viva. Llena de substancia y ganas.
Ha funcionado, mi plan ha funcionado. Soy otra después de este viaje. La risa floja me invade. Lloro"

4 comentarios:

  1. Elisa, me ha encantado... Qué manera de enfocar sensaciones en una estación de metro, y lo más sorprendente, todo girando en torno a Sputnik... También te apasiona Haruki Murakami? jejeje! Me ha sorprendido gratamente! Un abrazo ENORME. Dani.

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  2. me has puesto los pelos de punta...qué agradable sorpresa ver que debajo de esa carita de angel se esconde un talento abrumador de oratoria.
    Un beso,
    Manuel

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  3. Desearía haber sido ese chico,
    me hubiera bajado en esa estación,
    y te hubiera seguido,
    en la distancia,
    silenciosamente,
    entre la multitud,
    con timidez,
    inquieto,
    nervioso,
    mirándote constantemente,
    llenándote de un sin fin de caricias,
    simplemente con mis ojos,
    para susurrarte por la espalda un tímido beso.

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  4. Me voy a dormir, el lunes se apaga de la misma forma que en la oscuridad de la noche nace el primer martes del otoño. Podría haber sido un día gris, pero no ha sido así.

    Tumbado sobre mi cama, la tele encendida...no sé a quien habla pues no escucho nada, revista de tendencias sobre mi almohada, libros en la mesilla esperando a ser leídos, portátil sobre mis piernas, será por información...infoxicado, no? tal vez enamorado!!...de la vida, de las personas, de las sonrisas, de tu infinita dulzura.

    Recuerdo que hay otro lenguaje, no son sólo palabras, sen sentimientos, son sensaciones...el idioma sentipensante.

    Me desnudo de lo aprendido, aquí buceo, siento y encuentro, palabras que salen del interior, veo tu mirada que sonríe a carcajadas, ternura y dulzura, inocencia e inquietud compartida!!

    Buenas noches, voy a seguir soñando esta vez con los ojos cerrados y el corazón abierto, mañana será otro día y nos regalará sonrisas, miradas de complicidad que nos acompañan en el andén y en nuestro viajar!

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