Poco a poco, mientras el globo terráqueo giraba alrededor de las minúsculas partículas de sí mismo, mientras el polvo del sol iluminaba la noche, y la luna hablaba con poetas locos, Lejana iba batiendo las alas de un lado a otro del silencio acostado, y entonces descansaba en él como nunca entonces lo había hecho.
Fue justo en ese momento, en el que las nubes de pronto viajaban hacia atrás y ni besos ni locuras habían sucedido, cuando Lejana sintió pisar la tierra y los ojos entonces quedaron perplejos. Nada había en frente que detuviera el camino, y el inFinito comenzaba a abrirse en blanco..
..los miles de millones de sentidos separados por sentidos, de sintagmas y y fonemas con luz y forma comenzaron a juntarse, a fusionarse placenteramente como si algo eterno los uniera..desaparecieron los colores las formas, el olor a cada cosa detenida en el significado humano. Desaparecó el sonido y el tacto que las distinguía...apareció una inmensa y rigurosa locura de maneras, de gritos, de amor y letras encendidas y apagadas por segundos, que unía todo aquello conocido por ella.
...
Fue, entonces, cuando Lejana comprendió el verdadero sentido del paseo..
Y es aquí, ahora, cuando Ya no pasea por los parques y los objetos de la marcha...pasea por las personas, por la forma indefinida de los pentagramas abiertos a gritos, de notas cuánticas, de física y química entrelazada.
Y si a veces se le olvida, Lejana cierra los ojos y acuesta su ser en el silenco.
Aquel que tanto dilató su co-razón del mundo..y al abrir los ojos la mente puede palpar la magia..
de la profundidad
