EL IDIOMA SENTIPENSANTE
Sentir, sentarse, sentarse a sentir, sentarse a sentirse
Inicio
Poesía
Diario
Interpretación
Microrelato
Nerea miraba al cielo obnubilada por aquella maraña de imágenes que ondeaba las alturas.
Jamás supo que pasó en esos cinco segundos eternos, pero sintió tanta paz que su cuerpo dejó de latir. Y allí se quedó.
Pasmada,
y tan muerta
como viva.
Entradas más recientes
Inicio
Suscribirse a:
Entradas (Atom)