Microrelato

Nerea miraba al cielo obnubilada por aquella maraña de imágenes que ondeaba las alturas.
Jamás supo que pasó en esos cinco segundos eternos, pero sintió tanta paz que su cuerpo dejó de latir. Y allí se quedó.
Pasmada,
y tan muerta
como viva.

1 comentario:

  1. Sintió tanta paz, que su cuerpo dejó de latir.

    Me quedo con este primer microrrelato que compartiste ya hace más de un año... me encanta. Te sigo!

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